Las veces que he escuchado y leído que hay que diferenciarse para obtener éxito. Esa receta parece simple, pero cuando se carece de creatividad, y lo peor, dinero para invertirlo en esa diferenciación, es cuando un producto excelente puede quedar en el olvido o simplemente no existir para el mercado. Los productos gourmet españoles no se escapan de esta patología.

Singularidad, nuestro valor diferencial

Falta de conexiones

España tiene un mal endémico, diríamos que es crónico, y muy difícil de cambiar sino hay una verdadera revolución: no nos gusta salir a vender nuestros productos. Sabemos de su valor y calidad, pero hemos ido olvidando que el mercado es una suma de competidores que están allí, cual mejor guerrero, con sus mejores armas y estrategias para conseguir la corona, en este caso un puesto en la mesa. Veo con orgullo y satisfacción los innumerables premios que los chefs y los restaurantes afincados en España obtienen año sí y año también, erigiéndose como el país que más crece en esos aspectos. Un claro síntoma de que nuestra gastronomía y las personas que ”la cocinan” son tendencia y a buen seguro que lo seguirán siendo.

Pero hay una cosa que no me encaja, ¿por qué hay tanta diferencia entre los expertos en la cocina y los productores? Me explico, creo que, en el discurso sobre la excelencia de nuestra gastronomía, el protagonismo se centra en exceso, en mi humilde opinión, en las personas que elaboran platos sin lugar a dudas, excelentes. Son verdaderos genios llenos de talento y que nos representan internacionalmente de forma excelente.

Pero, ¿y los productos?, ¿y sus productores? En la Fórmula 1, cuando ganan un Gran Premio o un Campeonato, la victoria se le atribuye a la “Scuderia”, al equipo, teniendo por supuesto en su punta de lanza al piloto. Pero todos son conscientes que, sin los ingenieros, motor, aerodinámica, chasis, etc., éste no triunfaría.

Me falta ese nexo de unión. Y creo que es una ocasión única para generar un equipo imbatible, hegemónico e incluso la podríamos denominar dinástico. Echo de menos que la élite de la cocina española no lidere y abandere de manera desinteresada y no lucrativa, a productores que son excepcionales y que podrían poner a España en lo más alto del pedestal gastronómico mundial.

Competir con italianos y franceses, muy difícil… pero

La simbiosis de nuestros hermanos mediterráneos, como son los italianos y los franceses, entre sus cocineros y sus productos autóctonos es algo que me genera envidia, porque nosotros quedamos relegados a una posición, muy alejada de la suya, por el mero hecho de no hacer prácticamente nada para solucionarlo. Esa unión o lobby empresarial, de las marcas y cocineros, consigue que se acelere la penetración en otros mercados y, por ende, la internacionalización de sus marcas. Generando un caso de libro desde el punto de vista económico: incentivar las exportaciones, hacer fuertes las empresas propias, generar empleo y mejorar las balanzas comerciales.

Creo, siendo muy sincero, que nuestro gran problema es el éxito de nuestra gastronomía y de nuestros chefs reconocido internacionalmente. La gente viene a nuestro país a disfrutar de nuestra comida, de nuestros restaurantes y de los cabezas de cartel, los chefs, que los representan. Ofrecemos lo mejor de nuestra gastronomía a un público entregado (con todo el reconocimiento), pero que diluye la posibilidad de esforzarse más por salir ahí fuera, a conquistar el mundo… otra vez. No obstante, creemos que hay esperanza de cambios, al menos nosotros los vemos porque los trabajamos.

Nuestro mercado se satura, es tiempo de internacionalizarse

España está en plena revolución desde el punto de vista de la creación de productos y marcas gourmet. Probablemente incentivado por los éxitos de nuestros/as chefs, se está mejorando en la calidad de los productos y sus packagings, muchísimo.

La excelencia de los resultados finales es evidente y notoria, pero aquí viene la pregunta, ¿hay mercado en nuestro país para absorber tanto producto y tantas marcas gourmet? Aparte de los restaurantes de estrella Michelin, Guía Respsol y otros que estén en ese nivel de excelencia en sus cartas, el resto puede no asumir esa tendencia.

Y si nos referimos a los canales de comercialización, todavía el entorno es menos halagüeño: los supermercados de cadenas generalistas no están por la labor de apostar por el gourmet, más bien por lo contrario, y las tiendas más especializadas, son de pequeño tamaño, con selecciones arbitrarias, basadas normalmente en la proximidad geográfica o en márgenes comerciales, y que en muchas ocasiones, se pelean por crear marcas propias para generar como no, más margen comercial y cerrar la puerta al productor. Y no critico en sí esa estrategia, pero sí cuando la mayoría de las veces que se realiza, se pierden o se olvidan, unas historias tan bonitas como emotivas detrás de cada elaboración y la historia única de cada productor.

Esa es nuestra verdadera oportunidad de diferenciación, la singularidad de nuestros productos y las personas que están detrás.

Esa es la piedra angular de Made in Spain Gourmet para conquistar el mercado internacional.

El mercado internacional desconoce, literalmente, en qué somos la potencia número uno, de la gastronomía mundial, y como ejemplo el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), primeros en producción y primeros en producir la nueva cosecha (con algunos meses de antelación a Italia, y no somos la referencia. Multitud de marcas, muchísimas excelentes, de Jaén, Cataluña, Castilla La Mancha, Aragón, Extremadura, Galicia…etc., y cuando hablas con las tiendas especializadas en Europa o con clientes finales, siempre te ponen al AOVE italiano en primer lugar. Ya no os hablo de las marcas italianas que hay en EE.UU. y cuántas hay españolas.

Ahí está el trabajo en común, desarrollando una estrategia común para que el concepto Spain is Gourmet tuviera un beneficio para todos.

Nosotros no hemos esperado a nadie, porque el tiempo es oro, y nuestro éxito lo basamos en compartir nuestro valor de expertos asesores gastronómicos con la compartición del valor de los productores (personas), sus valores y eventualmente, sus productos, que son la consecuencia de cómo son y como interpretan el producto gourmet esas personas.

La clave para ser elegido por los consumidores, no tenemos que verlo sólo en la inversión en marketing digital estándar (SEM y SEO de palabras clave), sino que hay que enfatizar el/los valor/es singulares que posee cada marca y cada uno de sus productos. Solo así seremos vistos y lo mejor, reconocidos como algo diferente y con más posibilidades de ser elegido.

En nuestra tienda online gourmet nos esforzamos por ser un refugio de conocimiento y aportador de información de contenido único y propio, imprescindible para que los productos que están allí representados sean percibidos como garantía de calidad, y dignos del sello Made in Spain Gourmet.

En dos años hemos llegado a 21 países europeos y Puerto Rico, y seguimos creciendo. Si no tuviéramos argumentos basados en nuestra experiencia, no sería tan rotundo. Compartamos información, valores y experiencias, nos irá a todos mucho mejor.

made in spain gourmetIsrael Romero, CEO de Made in Spain Gourmet

AUTOR: Israel Romero, CEO de Made in Spain Gourmet.