En el proyecto se practica viticultura ecológica, en la búsqueda de vinos naturales, fieles al terroir, respetuosos con el medio ambiente, a la vez que saludables. No se utilizan plaguicidas, herbicidas ni fertilizantes químicos. En estos años han conseguido una perfecta adecuación del viñedo a su complejidad natural, así como el desarrollo de resistencia a las enfermedades, promoviendo un crecimiento adecuado y orgánico de las vides.
Su filosofía de elaboración del vino se basa en el concepto de intervención mínima y en la preservación de la pureza en todas las etapas de la viticultura y de la elaboración del vino.
Sus viñedos se encuentran situados en Baños de Rio Tobia, en la zona más alta y fresca de Rioja Alta a una altitud de 565 a 750 metros sobre el nivel del mar.
El clima, de influencia atlántica, con inviernos fríos, veranos cálidos y otoños largos y suaves. La gran oscilación de temperatura entre el día y la noche provoca una maduración lenta, lo que resulta muy adecuado para la desarrollo de polifenoles y aromas y confiere a nuestros vinos un gran equilibrio y elegancia.
La Rioja Alavesa: la elite de los vinos de La Rioja
La Rioja Alavesa está encuadrada como subzona en la Denominación de Origen Calificada Rioja. Cuenta con 13.500 hectáreas de viñedos y varios centenares de bodegas, que dan como resultado una media anual de alrededor de 40 millones de litros de vino.
La zona produce especialmente vinos tintos con características específicas generales, como un color brillante y vivo, un fino aroma, un sabor afrutado y un paladar agradable. Estas peculiaridades se deben a los suelos arcilloso-calcáreos de la zona, que resultan excelentes para que las cepas absorban la humedad necesaria. A su calidad contribuyen también el clima y la ubicación de los viñedos, tras la Sierra de Toloño, que protege las viñas de los vientos fríos del norte y permite que las cepas aprovechen mejor el calor.
Los tintos son los vinos más representativos de la comarca y están elaborados con las variedades tempranillo (alrededor del 79% del total se produce a partir de esta uva), garnacha, mazuelo y graciano.
Los vinos jóvenes o tintos del año se elaboran en su mayoría con el tradicional método de maceración carbónica, en el que se fermentan los racimos enteros en un ‘lago’, entre siete y diez días. Una vez libres de hollejos y raspones, pasan a las cubas donde terminarán la fermentación.
Por su parte, los vinos de crianza, reserva y gran reserva se elaboran por el procedimiento bordelés o de despalillado. Consiste en romper la uva retirando los raspones e incubando el mosto con su pasta durante siete días. Tras varias fermentaciones, pasan a las barricas para su envejecimiento. Será el tiempo de permanencia en barrica y en botella el que marque la diferencia entre crianzas, reservas y grandes reservas.
Debido a que los vinos rosados y blancos son cada vez más apreciados tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, bodegueros y enólogos trabajan en la elaboración de vinos de calidad de estas variedades, en una apuesta por acercarse a todos los mercados.